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La importancia de la limpieza profunda
La importancia de la limpieza y el buen estado del lugar dónde residimos o desempeñamos nuestro trabajo a diario es algo que en lo que quizás no reparamos lo suficiente. Es algo que mejora nuestra calidad de vida, pero para ello, de vez en cuando es necesario realizar una limpieza en profundidad de cada espacio. Cuando nos referimos a de vez en cuando, estamos hablando de aproximadamente una vez al mes.
¿Qué debemos de hacer antes de ponernos con la limpieza periódica?
Antes de meternos de lleno con la limpieza a fondo, conviene trazar un plan para ordenar todas las labores que vamos a llevar a cabo en el orden correcto. Hay que determinar qué zonas hay que limpiar primero, cómo se va a limpiar, zonas que hay que sanear etc. Esto nos hará ahorrar tiempo y hacer un trabajo mejor.
Pero no sólo hay que decidir el orden de la limpieza, también hay que ver que contemos con las herramientas y los productos de limpieza necesarios para adecentar cada zona como el baño, la cocina etc. Hemos de contar con escoba, recogedor, fregona, cubo, eso como mínimo si se trata de un domicilio particular.
Si hablamos de otro tipo de espacios de más difícil limpieza como por ejemplo un garaje comunitario, habrá que utilizar maquinaria mucho más profesional, y quizá ese tipo de limpieza sea conveniente dejarlo en manos de una empresa de limpieza profesional que cuenta con el personal y las herramientas necesarias para afrontar con garantías una limpieza de esa magnitud, ya que también requieren del uso de productos químicos que en manos no expertas pueden llegar a ser peligrosos para la salud.
¿Por dónde comenzar la limpieza a fondo del hogar?
Es conveniente comenzar la limpieza por zonas que sean de fácil acceso como es el caso de las habitaciones que además, suelen ser las zonas más fáciles de limpiar. Recuerda siempre limpiar el interior de los armarios además de todo el mobiliario de la habitación, cortinas, ropa de cama etc.
Después de limpiar las habitaciones, toca meterse con la limpieza de las zonas más complicadas de la casa como son el baño y la cocina. Estas habitaciones, por el tipo de uso al que están destinadas son las que más se ensucian con diferencia.
En estas zonas es conveniente que además de la limpieza lleves a cabo la desinfección completa, ya que son zonas que son propensas a la aparición de gérmenes y bacterias.
Una vez hemos terminado con todas las habitaciones de la casa, es el momento de comenzar a limpiar los cristales y ventanas. Para limpiarlos hemos de utilizar un producto específico para cristales y espejos para eliminar todas las manchas que pueden tener las ventanas tanto por dentro como por fuera.
Después de las ventanas, les llega el turno a los muebles. Usaremos un spray específico para la limpieza de muebles y madera que además le proporcionarán una capa protectora.
Finalmente, limpiaremos el suelo. Comenzaremos barriendo con una escoba para retirar los restos sólidos y de polvo que hayan quedado. Después terminaremos la limpieza de los suelos con un fregado con fregona y un limpiador de suelos específico para nuestro tipo de suelo.
Siguiendo estos consejos, conseguiremos tener una casa siempre limpia, higiénica y saludable dónde sea aún más agradable pasar el tiempo.
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